Antes de comenzar con un proyecto web, tenemos que tener en claro muchos
factores que se encierran en un solo concepto: la definición de los objetivos del
sitio y la forma de cumplirlos.
Lo mejor será establecer la meta central con la que debe cumplir el sitio respecto de
los usuarios, y de allí en más, incorporar nuevos objetivos complementarios o secundarios.
Es muy importante tener estos fines en claro y registrarlos, es decir, escribirlos.
Una manera sencilla de descubrir adecuadamente los objetivos de un sitio es definir
las características, visiones y necesidades particulares de la empresa o del
usuario propietario y/o administrador.
Una vez hecho esto, debemos tener en cuenta que el principal objetivo de cualquier
sitio es tener relevancia dentro de Internet. Como no es lógico ni recomendable instalar
sitios web sin ningún propósito, será importante tener cierta importancia y presencia
dentro de la Web con respecto a nuestros actuales o futuros competidores o
sitios similares. Esto podremos lograrlo incluyendo siempre información actualizada,
una buena organización e interactividad con el usuario. Otro factor fundamental para
establecer los objetivos del sitio será definir el target, es decir, la audiencia a la que
se dirige su contenido. Este proceso no será sencillo, pero al lograr todos estos puntos,
ya estaremos listos para centrarnos en el contenido de nuestras páginas.
Definir contenidos
Una vez que tengamos establecidos los objetivos y destinatarios del sitio, así como
las necesidades del propietario, no nos será muy difícil definir los contenidos
y la estructura de las páginas que compondrán nuestro sitio.
Para esto, lo más frecuente es desarrollar un mapa de contenidos, definiendo primero
factores fundamentales. Lo más lógico será realizar una serie de preguntas
(que surjan de la etapa de objetivos y target) a personas que conozcan bien al propietario
o patrocinador del sitio, tales como: “¿Qué significa el nombre?”, “¿Qué
área le gustaría encontrar en el sitio?”, “¿Qué tipo de contenido querría ver en cada área?”. Con las respuestas obtenidas podremos realizar las modificaciones necesarias,
comprobando aciertos y errores en las decisiones y planes establecidos.
Dentro de los contenidos básicos de sitios de empresas e instituciones podemos
encontrar secciones como mapa del sitio, formularios de contacto, información
personal o institucional, novedades, buscador interno, áreas para usuarios registrados,
servicios y productos, ayuda, historia, etc.
Para definir el tipo de contenido que incorporaremos a nuestro sitio web, será
también muy importante realizar un análisis exhaustivo y profundo sobre sitios
de similares características, es decir, destinados a una audiencia semejante y
con objetivos similares. La comparación e incorporación de nuevas ideas será
fundamental. Finalmente, estaremos listos para pensar en estructurar nuestras
ideas, es decir, darle forma y diseño a todo lo planteado.
Será de vital importancia realizar un esquema en papel o de forma digital (diagrama
o diseño en programas de ilustración) de la estructura de cada página y
sección de nuestro sitio. Luego se puede empezar a definir el aspecto visual (colores,
imagen corporativa, estilo de fuente, títulos, encabezados, botones, menús,
orientación de los textos y de las imágenes, logotipo, elementos multimedia,
etc.). Será también conveniente aclarar todas las interacciones y sus resultados
en forma de notas y también gráficamente (como los formularios, los registros
de usuarios, los links, las descargas, etc.).
Una vez que tenemos desarrollados estos bocetos, contamos con las herramientas
necesarias para poder iniciar la etapa de creación práctica del sitio, proceso
que comenzaremos a ver a partir del siguiente capítulo.
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